Estoy de vuelta

Después de mucho tiempo, retomo este espacio en el que alguna vez hablé de una parte muy importante para mi: la maternidad. Sin duda, una faceta que apasiona y que está relacionada de mil y un formas con otros aspectos de mi vida que a lo largo de estos nuevos post iré describiendo.

Desde hace unos meses me ha rondado la idea de hablar sobre el cáncer que tuve y del que estoy a escasos meses de conseguir la remisión (eso quiere decir que oficialmente estoy curada al 100). Pienso que escribir sobre él puede ayudarme pero sobretodo puede ayudar a otras personas que hoy en día lo padecen o bien a quienes acompañan a alguien que aman en su paso por esta enfermedad. Espero poder lograrlo. ¡Bienvenidos de vuelta a este espacio!

This is cancer

Dicen que el cáncer es enojo acumulado, la verdad es que a ciencia cierta no lo sé, pero reflexionando un poco acerca de cómo fue que me enfermé, si creo que llevaba mucho tiempo cargando con pequeños enojos que después se terminaron manifestando en mi cuerpo en forma de cáncer.. como digo, no necesariamente eso lo provocó pero pienso que puede estar relacionado. Les cuento cómo fue.

Empezábamos 2015 y entre los planes que teníamos José María y yo, estaban el de tener otro bebé. Así es que nos pusimos manos a la obra, pero algo pasaba que no lográbamos embarazarnos. Entonces decidí ir al ginecólogo a que me revisaran por si había algún tema, pero después de revisarme el doctor me dijo que estaba perfecta.

Por otro lado, llevaba unos meses con una bolita en el cuello que yo juraba que era un ganglio, pues en diciembre me había dado una gripe muy fuerte… pero la bola no se quitaba y José comenzó a preocuparse. Fue así como volví al ginecólogo, me revisó y de inmediato me mandó estudios.. sin tener gran seguridad el doctor me dijo que pensaba que tenía cáncer.

En ese momento se me cayó el mundo, encima iba con mi hijo José María con apenas 2 años, no podía contener el llanto pero al mismo tiempo sabía que tenía que guardar la calma por él. Es una realidad que hasta ese momento nada estaba dicho, pero el terror empezó a apoderarse de mí.

Finalmente fui a hacerme los estudios y lo siguiente fue que no me dejaron ir del hospital. Llegamos por la mañana y en la noche se presentó con nosotros un oncólogo. En el momento en que me dice su título, confirmé mis sospechas y entonces si todo se derrumbó...

Me dijo que a primera hora de la mañana siguiente, tenía que operarme para saber realmente lo que tenía, que era una realidad que era cáncer pero hasta no abrir no tendría la seguridad. No saben lo horrible que sentí, fue como si estuviera en un sueño, no podía creer como con solo 29 años pudiera tener cáncer. Por otro lado una gran preocupación: mi hijo. Nunca pensé no regresar del hospital ese mismo día...¿qué pensaría? ¿hasta cuándo podría verlo? ¿me alcanzaría la vida para verlo crecer?

Fueron tantas las preguntas y miedos que me entraron en ese momento: ¿por qué yo? ¿y si me quedaba poco tiempo de vida? ¿perdería mi pelo? Lo único que sabía era que quería vivir, pero no sabía si lo iba a lograr.

Hasta aquí el relato de hoy; en los próximos artículos les hablaré sobre el proceso y la recuperación, así como de otros aspectos importantes relacionados con el cáncer.

¿Les gusta? ¿quieren saber más? ¿cómo creen que puedo ayudar a la comuidad oncológica? Me va ayudar mucho recibir sus ideas!

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